A lo largo de los años, la lucha por los derechos de las mujeres ha sido constante y desafiante. Sin embargo, uno de los problemas más graves que aún persiste es la violencia contra las mujeres. En los últimos años, la disponibilidad de datos sobre este tema ha mejorado considerablemente, lo que nos permite entender la magnitud de esta crisis.
En el 2021, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador recortó al menos 11 programas que estaban destinados al cuidado, la atención y la defensa de las mujeres en México. Estos recortes se produjeron en un contexto en el que las mujeres en el país estaban alzando la voz contra la violencia.
Entre los programas afectados se encontraba el Programa de Apoyo a Madres Trabajadoras, que sufrió una reducción de su gasto de 1.88% en comparación con el 2021, y el Programa de Atención a Víctimas, que experimentó una disminución del 4.13%. Además, las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo, que eran esenciales para permitir a las mujeres trabajar, fueron eliminadas.
Estos cambios en el apoyo gubernamental han tenido un impacto significativo en la vida de las mujeres en México, y es crucial que continuemos trabajando para garantizar que las mujeres reciban el apoyo y la protección que necesitan.
Estos cambios y la continua violencia que se vive en un país donde mueren 10 mujeres de manera diaria, golpea fuerte a sector de la población que en términos de elección reprenta el 51.86 por ciento del padrón electoral según cifras del INE.
Que poder tan enorme tenemos, unidas podemos cambiar a un país, lo estamos logrando al ser esta elección la primera donde saldrá la próxima presidenta mujer y la primera en nuestra nación.
Y sabemos que será la elección más violenta pero no tenemos miedo.
La violencia contra las mujeres es definida por las Naciones Unidas como cualquier acto de violencia de género que pueda resultar en daño físico, sexual o psicológico para la mujer, incluyendo amenazas de tales actos, coacción o privación arbitraria de libertad, ya sea en la vida pública o privada. Esta definición abarca una amplia gama de actos violentos, desde la violencia doméstica hasta la violencia sexual y el acoso.
Y hasta violencia electoral donde hace dos días finaron a una candidata, Karla Herrera del PES en Michoacán.
Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 736 millones de mujeres, es decir, una de cada tres, sufren violencia física o sexual infligida por un compañero íntimo o agresiones sexuales perpetradas por otras personas. Estas cifras se han mantenido estables durante la última década, lo que indica que la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema global persistente.
La violencia de género es un lastre generalizado que las mujeres empiezan a sufrir a edades muy tempranas y que se ha agudizado con los confinamientos debidos a la pandemia.
Es crucial que continuemos trabajando para poner fin a la violencia contra las mujeres y promover la igualdad de género. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en esta lucha. Podemos empezar por educarnos a nosotros mismos y a los demás sobre este problema, apoyar a las organizaciones que trabajan para poner fin a la violencia contra las mujeres y abogar por políticas que protejan los derechos de las mujeres.
Las vallas de un palacio detienen la manifestación pero no callaran las voces de las que hoy son reprimidas y violentadas al ser ignoradas.
A mis amigas y a esas 10 mujeres que hoy 8 de marzo no marcharán.
Por ustedes.
Beatriz Rodríguez
Source: UN Women, World Health Organization, UN News, UN News,Gob.mx,INE.
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